Jingles de campaña: ¿la mejor herramienta electoral?
Si en el mundo de las relaciones humanas la comunicación es ardua, en el ámbito de la política lo es más ¿Cómo transmitir “el mensaje”? ¿Cómo persuadir al votante? Para situarnos en época, descartemos la anticuada e irreal pretensión hoy en día de esperar un “programa” -en el sentido de plataforma doctrinaria de ideas y propuestas- partidario.
Hoy por hoy el objetivo de toda campaña electoral es la instalación del candidato, que todo el mundo lo conozca, sepa su nombre y su cara, porque es una verdad cada vez más real que las elecciones las ganan los candidatos -su carisma- y no el partido.
Así, los vehículos propagandísticos tradicionales como el afiche, el volante y las pintadas fueron reemplazados en gran medida por la publicidad en redes sociales y los spots televisivos.
Pero hay algo que al parecer se resiste a morir y de lo que muchos candidatos no pueden o quieren desprenderse: el jingle de campaña.
El jingle por definición es una canción de propaganda electoral, que busca a través de una música pegajosa -generalmente cumbia- instalar el nombre del candidato. Aunque parece algo “viejo”, no lo es tanto.
Todos los kirchneristas recuerdan el famoso “compañeeeeros (chan, chan) por todas tus conquistaaas (chan, chan), los días más feliceeees, siempre fueron peronistaaaas” de Néstor Kirchner en su campaña a diputado 2009.
Más aún el jingle de Carlos Alberto Reuteman en su campaña para senador 2009 “El lole senador”, con música de “y apareciste tú”. Ese jingle se acercó mucho a la perfección porque dejaba al oyente-votante todo el día repitiendo “el Lole senador” mientras quebraba la cadera.
El género elegido para el jingle suele decir mucho del candidato. Si la mayoría elige la cumbia (siendo más “lógico” la cumbia santafesina en Santa Fe o el cuarteto en Córdoba), suele usarse el rock nacional también.
No debe caerse en la tentación de hacer un mal producto amparado en que el género por sí mismo populariza el contenido. Recordemos lo forzadas, artificiales y hasta ridículas que suenan muchas publicidades que pretenden lo mismo con cantitos (y coros) futboleros con promociones comerciales.
Pensemos en la tremenda variedad de “canciones de cancha” y el poco porcentaje de ellas inspiradas en cumbias.
Por eso hay que escapar del preconcepto en que los votantes más humildes escuchan cumbia (los “jóvenes”) o folklore (los “viejos”). Estar abierto a un ritmo como el reggaetón o el trap puede ser mucho más eficaz en términos generacionales y ya se sabe… las modas las marcan los jóvenes.
No hay que olvidar que la marcha peronista (que aunque algunos crean que es una marcha partidaria, es el jingle por excelencia) generó sus propias versiones en tango, carnavalito, jazz, bossa nova, heavy metal, etc.
En los últimos meses proliferaron en Chubut distintos jingles – “Ricardo Sastre 2019”, “Ana Llanos intendenta”, “Gustavo Sastre intendente”,- que llevan a preguntarse por qué siempre son cumbias y más importante aún si son eficaces o no en su objetivo. A continuación, los tres jingles mencionados que, ojo, tampoco son «oficiales».
“Ricardo” (1.38, versión reggaetón “Ricaldo”).
No, no lo pueden parar (repite)
Vos, vos lo tenés que votar (repite).
Ricardo es la persona ideal, a la que tenés que votar, para progesar.
Ricardo quiere seguir trabajando, por la provincia avanzando y lo tenés que apoyar.
Y no lo pueden parar y no lo pueden parar y no lo pueden parar.
No, no lo pueden parar (repite)
Vos, vos lo tenés que votar (repite).
[repite]
“Ricardo Sastre 2019, por un Chubut que crece”.
“Anita” (3.12)
Sentir que un corazón me necesita
es una emoción que vivo día a día
y descubrir un futuro a tu vida.
Hoy tienes que saber que está pasando aquí
aquí en Comodoro, una ciudad feliz
si cada uno pone un poco de su amor
no importa la distancia ni la estación.
Anita Llanos solidaria vino a ayudar
a quien lo necesita en esta ciudad
Anita llanos deja huella donde va.
Sentir que un corazón me necesita
es una emoción que vivo día a día
y descubrir un futuro a tu vida
en cada hogar y sus familias.
[repite todo una vez]
“Gustavo” (3.49/intro 0.45/ “Me vas a extrañar” Damas Gratis)
“Ha llegado el momento, el que esperamos todos
aquí en puerto madryn, para seguir creciendo
Te acompañamos todos, vas a poder lograrlo
junto a Gustavo, vamos de la mano.
Los barrios hoy se juntan, apoyando a Gustavo
él es parte del pueblo, y quiere demostrarlo
los sueños hoy se cumplen, no olvides mencionarlo
Ha llegado Gustavo, para poder lograrlo.
Unidos por una ciudad, una causa, un nuevo intendente
Gustavo Sastre llegó para luchar y juntos salir adelante
y vas a lograr lo que soñaste y por lo que tanto luchaste
hoy llegó Gustavo Sastre.
Juntos luchando por tener lo nuestro que tanto nos cuesta
y que nadie nos quite la esperanza de tener lo que deseamos
por eso es que hoy tenemos a Gustavo para que este pueblo
pueda seguir adelante.
Unidos por una ciudad, una causa, un nuevo intendente
Gustavo Sastre llegó para luchar y juntos salir adelante,
y vas a lograr lo que soñaste y por lo que tanto luchaste,
hoy llegó Gustavo Sastre.
Juntos luchando por tener lo nuestro que tanto nos cuesta
y que nadie nos quite la esperanza de tener lo que deseamos
por eso es que hoy tenemos a Gustavo para que este pueblo pueda seguir adelante,
por eso es que hoy tenemos a gustavo para que este pueblo pueda seguir adelante.
“Anita” es una cumbia con aires “gilderos” pero que termina en una salsa que remite a un cumpleaños de quince. Junto a la de “Gustavo” hablan del sufrimiento de la gente y como el o la candidato/a viene a “ayudar” y a “luchar” por la gente. Sin embargo, los tres jingles carecen de un estribillo potente, con rima y pegadizo y (salvo el de Ricardo) son más bien historias, relatos.
“Ricardo” es notoriamente más corto, tiene frases sentenciosas (“no lo pueden parar”, “lo tenés que votar”) y slogans de campaña (“Ricardo Sastre 2019, por un Chubut que crece”).
Pero el jingle si no rima no es efectivo, porque su misión básica es ser pegadizo y que el votante quede “tarareando” una letra en la que aparece el nombre del candidato y así volverse cercano al votante.
La rima nació en tiempos donde las mayorías no sabían leer ni escribir y el canto de las palabras permitía memorizar las historias y los nombres (“aquí me pongo a cantar…”). Por eso tanto las cumbias “Anita” como “Gustavo” son altamente ineficaces y aunque puedan lograr belleza estética, pierden sentido práctico. No logran ser jingles.
Nunca se debe olvidar que el jingle o la foto de campaña con niños nunca reemplazará el discurso político, la explicación de las propuestas y el debate con la oposición. De no ser así, se entra en una zona de confort, de pasamanos sin contenido político y aunque se sepa quién, se termina sin saber para qué.